¡Qué ilusión nos ha hecho recibir este diploma!
Y es que desde hoy tenemos una nueva responsabilidad: cuidar de nuestro Polo, el pingüinito que hemos apadrinado en la Antártida.
Gracias a él, además de aprender muchas cosas sobre la vida en el Polo Sur, estaremos más pendientes del medio ambiente: cuidando nuestro entorno (y en consecuencia, nuestro planeta) lo estamos cuidando también a él, ya que lo que hagamos nosotros aquí le puede afectar a él a miles de Km de distancia.
Así que, a partir de ahora, vigilaremos con mucho más interés el gasto de luz y agua en el cole y en casa; los desplazamientos innecesarios en coche...
¡Todo por una buena causa! Polo y el planeta nos lo agradecerán.
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